Frank Rainieri: «Tenemos capacidad para recuperarnos, no debemos desesperarnos».

Santo Domingo, RD.- La industria turística está completamente paralizada. Desde hace varias semanas el destino Punta Cana no genera ni un solo centavo, pues la materia prima es el visitante internacional y no hay vuelos debido a la crisis sanitaria que ha producido el COVID-19 en todo el mundo.
La reflexión la hizo Frank Rainieri, presidente & CEO de Grupo Puntacana, quien, no obstante, se muestra optimista de que en el verano esta situación podría comenzar a cambiar para bien.
Al cierre de 2019, el turismo dominicano generó más de US$7,689 millones, y US$50,634 millones entre el 2012 y 2019, según consta en la última edición del Barómetro Turístico, elaborado por el Viceministerio Técnico del Ministerio de Turismo (Mitur).
Sin embargo, pese a los estragos que a su paso está dejando el COVID-19 a nivel de casi todos los sectores productivos, Rainieri mantiene la confianza de recuperación, sin que se produzca desesperación por parte de los principales actores de la industria.
Al momento del Gobierno anunciar el cierre de las fronteras aéreas, marítimas y terrestres de República Dominicana, en Punta Cana vacacionaban más de cien mil turistas de diversos destinos del mundo.
Rainieri sostuvo que la salida de estos turistas hacia sus diversos países, implicó una operación en el Aeropuerto Internacional de Punta Cana (AIPC) que duró unos 16 días y en la que participaron empleados, ejecutivos de Grupo Puntacana, así como autoridades civiles y militares.
La operativa en el AIPC
“Fue una experiencia fuerte, pero que manejamos con mucha alegría y satisfacción. Debo decirte que el equipo humano del Aeropuerto de Punta Cana es increíble. Nosotros manejamos casi cien mil personas en 14 a 16 días”, dijo don Frank Rainieri,
A seguidas, detalló: “En los primeros diez días manejamos alrededor de 70 mil pasajeros y en los restante días casi 30 mil más. Esos son números extraordinarios, líneas aéreas como Air France llegaron a poner hasta dos vuelos al día con aviones de 380 pasajeros para evacuar a los ciudadanos franceses y así también lo hicieron aerolíneas de otros países del mundo, y lo hicimos con mucho orden y colaboración de las autoridades”.
Resaltó la labor en conjunto ejecutada en el AIPC con la Junta de Aeronáutica Civil, la Dirección General de Aviación Civil, el Cuerpo Especializado en Seguridad Aeroportuaria (Cesac), tras indicar que mantener el orden y la disciplina con tanta gente, requería un esfuerzo de todos.
“Debo decirte que llegamos a tener más de 300 personas durmiendo en el aeropuerto, porque como no había vuelos suficientes, preferían quedarse a dormir en las terminales, además de que ya no poseían recursos económicos para buscar otras alternativas”, precisa.
Y dice más: “Tuvimos que ingeniárnosla y proveerles alimentos, jabones, toallas, sábanas, habilitamos baños para que se asearan, porque eran nuestros visitantes y no los podíamos dejar pasar hambre ni trabajo”.
No fue fácil todo eso, resaltó Rainieri, pero que también el manejo de esa crisis les ha obtenido anécdotas muy interesantes, como la de una propietaria de una tienda ofrecer agua caliente a los argentinos y uruguayos para que pudieran reparar mate y calmaran su ansiedad.
“El manejo del aeropuerto a un momento de tanta tensión fue extraordinario, no recibimos ni una sola crítica, todo lo contrario, recibimos muchas llamadas de embajadas: nos escribieron felicitándonos y eso nos llenó de satisfacción y alegría, porque al final de cuentas somos un aeropuerto dominicano, de dominicanos, para servirle al mundo”.